Hola a todos,
Aunque confieso que mis dos hijas dibujan mejor que yo, hoy me he lanzado y he hecho que el lápiz fluya sobre el folio. ¿La víctima? La pobre grapadora que deambula de un lado al otro de mi mesa de trabajo. Esa que nunca sabes si está al lado del teléfono o realizando labores de pisa papeles sobre un montón de expedientes amontonados.
Si clicáis sobre ella, veréis que aún me queda mucho camino para mejorar, aunque por falta de ganas no será. Estáis invitados a ver mi progresión.
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